Más de 160 millones de menores en el mundo -97 millones de niños y 63 millones de niñas- trabajan en la actualidad, y muchos lo hacen incluso antes de aprender a leer o a escribir.
Se pueden encontrar en la agricultura (en campos de algodón, recogiendo cacao, café, té o caña de azúcar), en los basureros, cargando mercancías, en fábricas, vendiendo en la calle, limpiando zapatos, como empleados de hogar…
Casi la mitad de los niños y niñas trabajadores, 79 millones, lo hacen en condiciones peligrosas para su salud o de explotación.
El trabajo infantil se asocia a menores que viven en
situación de calle, que no van a la escuela o que la abandonaron, pero en
muchos casos lo hacen para contribuir a la complicada situación económica de
sus familias. Los menores deben estar con sus familias e ir a la escuela a
aprender y a jugar, no pueden ser adultos antes de tiempo.
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