viernes, 24 de abril de 2020

¿QUÉ PASARÁ?

    Todos estamos con el interrogante, ¿qué pasará?, ¿viviremos una nueva aventura en Conques, este verano?.

       Y parece que todo nos lleva a decir que será muy difícil. Preparábamos con gran ilusión el 50 aniversario de la Colonia y a día de hoy hay más incertidumbres que certezas.

     Os proponemos una oración a la Madre de Jesús y nuestra, a Nuestra Señora de las Fuentes, que Ella, como Madre nos ayude y proteja:

   Madre María de las Fuentes, 
   Madre de todos los Monegrinos
   y de todos los hombres, 
   te pedimos que nos enseñes 
   a vivir como buenos hijos tuyos
   este tiempo de pandemia.

   Queremos convertir este tiempo 
   en un momento para 
   acercarnos más a Jesús.

   Te pedimos que 
   nuestros hogares sean alegres, 
   a pesar de las incomodidades
   e incertidumbres 
   que vivimos cada día.

   Que sepamos transformar 
   todo lo que tenemos 
   entre manos ahora,
   en oración 
   para los más necesitados:
   los enfermos, los difuntos,
   y todas las personas 
   que trabajan sin descanso.

   Que de cada hogar suba al cielo,
   cada día, una oración;
   como hijos necesitados 
   de la ayuda de su Madre.

   Que a pesar de todo,
   no nos olvidemos 
   de los que están solos 
   o pasan necesidad.

   Que cómo Tú, Madre, 
   fuiste deprisa a ayudar
   a tu parienta Isabel,
   nosotros nos apresuremos 
   a apoyarlos y servirlos.

   Amén.



domingo, 12 de abril de 2020

CHICOOOSSS, CHICAAASSS, CÓMO ESTÁIS?


Primero: FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN, sí, en medio de este momento – nunca visto – hay esperanza, hay muchísimos signos de vida, y de Vida nueva: Vida de escucha, vida de encuentro, vida que da, vida que se da, etc…

Y de VIDA NUEVA, Jesús, el que muere en la Cruz, y ha RESUCITADO.

Quiero compartir con vosotros unas palabras del Papa Francisco en la Vigilia Pascual:
“Para ellas (las mujeres), como para nosotros, era la hora más oscura.
Pero en esta situación las mujeres no se quedaron paralizadas, no cedieron a las fuerzas oscuras de la lamentación y del remordimiento, no huyeron de la realidad. Realizaron algo sencillo y extraordinario: prepararon en sus casas los perfumes para el cuerpo de Jesús. No renunciaron al amor: la misericordia iluminó la oscuridad del corazón. (…)
Al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro. Allí, el ángel les dijo: “Vosotras, no temáis. No está aquí: ¡ha resucitado!”. Ante la tumba escucharon palabras de vida… Y después encontraron a Jesús, el autor de la esperanza, que confirmó el anuncio y les dijo: “No temáis”. No temáis, no tengáis miedo: He aquí el anuncio de la esperanza. Que es también para nosotros, hoy. Son las palabras que Dios nos repite en la noche que estamos atravesando.
En esta noche conquistamos un derecho fundamental, que no nos será arrebatado: el derecho a la esperanza; es una esperanza nueva, viva, que viene de Dios.”



CRISTO VIVE y Nos de VIDA