CONQUES
– 2020 (50 AÑOS)
La Colonia Conques quiere hacerse presente en esta fiesta del
voluntariado de Cáritas y se suma a los festejos desde sus 50 años de vida.
Nació de Cáritas Interparroquial Monegros y está en el seno de Cáritas
Diocesana de Huesca, desde su origen hasta hoy es 100% voluntariado.
Allá por los años 60-70 el entonces INC fue construyendo pueblos nuevos
en Monegros y propició el asentamiento de nuevas gentes, que aunque llegaron de
distintos lugares geográficos, los bautizamos enseguida con un denominador
común: COLONOS.
Con su aparición aflora de inmediato la necesidad de integración,
conocimiento y relación. Es en este momento cuando nace la idea de crear unas
colonias que contribuyan a desterrar prejuicios y miedo; hoy decimos conectar y
vincular población.
Comienza pues, con mucha ilusión, la tarea de buscar sitios, personas
voluntarias, monitores, etc… para sacar adelante el proyecto.
Fue Conques, en el Valle de Benasque, el
lugar encontrado y elegido; será lugar de encuentro, ámbito de relación con
personas, naturaleza y con Dios.
Se presenta como proyecto y se difunde la idea. Fue impresionante la
acogida y respuesta de un voluntariado que quería participar. Y manos a la
obra: arreglo de la casa, preparación de monitores, titulaciones, cocineras,
personal de apoyo. Era el año 70.
En los primeros años de su andadura, en la entrada norte de la casa, en
una gran piel grabada a fuego, se puso esta leyenda: MI CASA ESTÁ ABIERTA AL
SOL, AL AIRE Y A LOS AMIGOS. Toda una declaración de intenciones: MI CASA, como
sentido de pertenencia a una comunidad que me acoge y valora. ABIERTA,
hospitalaria, para el que quiera entrar en amistad. AL SOL Y AL AIRE, elementos vitales.
Conocíamos el sol de Monegros y el cierzo de esa tierra, ya antes de los
regadíos, la fuerza de estos dos elementos han configurado a sus habitantes.
Con la llegada del agua los Montes Negros se transformaron en verde,
color esperanza. Los que llegaban de fuera necesitaban tiempo y ayuda para
integrarse. -SOL Y AIRE, nos sirven de metáfora para desvelar la razón y ser de
la Colonia: es Dios quien tiene que iluminar nuestros pasos y la fuerza de su
Espíritu quien empuje nuestros sueños. Ya nos gustaría que el sueño de Conques
y su realidad concordara con el sueño de Dios. En eso estamos, con Él contamos.
La dinámica del proyecto y el
paso del tiempo también fueron haciendo su trabajo: de los primeros turnos
fueron saliendo monitores y así se fue formando una cadena familiar de
enamorados de la Colonia.
Comenzaron las Colonias con tres turnos de niños de 8 a 14 años, 50-70
niños o niñas con 15 días de estancia. Se llegó a hacer un turno mixto para
mayores de 14 años, se preparó otro que al final fue sólo para los monitores.
En el año 82 se comienzan los turnos de abuelos y al final de los 90 se
añadió el de jóvenes.
Por dar idea del volumen de la Colonia, estimamos en personas por año:
· NIÑOS: 3 turnos
210 niños en total
45 voluntarios
· ABUELOS: 4 turnos
120 abuelos
28 voluntarios
4 ó 6 niños, hijos de
voluntarios
· JÓVENES: 1 turno
20 jóvenes
5 voluntarios
Mientras vinieron a la misma casa de Conques, se vivió un encuentro
generacional con momentos mágicos: los pequeños de la Colonia que marchaban
salían a recibir a los mayores que llegaban y con un beso de bienvenida les
entregaban un ramo de flores silvestres.
La Colonia estaba viva, pero llegó un momento en que las inspecciones
pedían nuevas exigencias. Ante las reformas de calado que había que hacer en la
casa, se hicieron gestiones con el propietario; gestiones que no fructificaron.
¡Qué pena!
Abandonar Conques fue un momento traumático,
era salir del paraíso. Hubo que aferrarse al espíritu de Conques y a la
fidelidad de tantos voluntarios dispuestos a seguir. Era el año 2009. El
proyecto prevaleció sobre la casa. Nuestro centro era la persona y no el lugar.
A partir de este momento se reduce a un turno de niños y otro de
abuelos y cada uno en diferente casa: abuelos en Bruis, niños en Obarra, Oto,
Guayente y Villanova.
50 años de Colonias atesoran muchas vivencias compartidas, experiencias
personales y colectivas, momentos gratificantes. Conques ha tocado a muchos y
guarda para todos una enseñanza: para llevar a cabo un proyecto común hay que
renunciar a protagonismos y personalismos. No queremos por tanto, en esta
escueta reseña, poner nombres propios. Sí los guardamos con memoria agradecida
en el corazón.
En la actualidad se sigue haciendo un turno de niños, con el
correspondiente equipo: monitores, cocina, apoyo, sacerdote y dirección, este
bajón es consecuencia del descenso demográfico y debido a una oferta de
alternativa más amplia a partir de 2013 se suspende el de abuelos.
El itinerario de Conques y su propuesta formativa ya se ha insinuado.
Sólo decir que cuando la Colonia se integra en Cáritas Diocesana asume sus propuestas
y campañas para desarrollarlas.
Es momento de agradecer las visitas de Cáritas a la Colonia, así se
hace visible la propuesta de estas Jornadas: VINCULÁNDONOS PARA CAMBIAR LAS
COSAS.
Hagamos fiesta pues con todo el voluntariado de Cáritas! Y recordemos
que seguimos necesitando, cada vez más, puntos de encuentro y acogida fraterna.
Conques quiere ser fiel a sus orígenes y referente de un voluntariado
conectado y vinculado a una Iglesia en Salida.
Felicidades
Voluntarios.
Huesca
4-3-2020