A las 9 de la tarde, el Papa Francisco, desde Cracovia, convoca a todo el mundo, sin importar donde esté, ni el credo o la religión, a un momento de recogimiento, meditación u oración por la paz del mundo.
Nosotros nos unimos con la oración de la fraternidad, creadora de perdón, solidaridad y paz; uniendo nuestras manos: el PADRENUESTRO
Y con la canción:
La paz te doy a ti, mi hermano
la paz que Dios me regaló
y en un abrazo a ti te entrego
la paz que llevo en mi corazón.
RECIBELA, RECIBELA
ESTA ES LA PAZ QUE EL MUNDO
NO TE PUEDE DAR
Nuestros chicos y chicas decían que la paz se vive desde el corazón, desde la amistad, el compañerismo, el AMOR.