miércoles, 15 de agosto de 2018

UN DÍA SIN MONITORES

Felicidades a todas las mujeres y muy especialmente a las Asunciones y diminutivos.

Felicitamos también a nuestra Madre María:

     Dios te salve, María, 
     llena eres de gracia, 
     el Señor está contigo. 
     Bendita tu eres 
     entre todas las mujeres 
     y bendito es el fruto 
     de tu vientre, Jesús.

     Santa María, 
     Madre de Dios, 
     ruega por nosotros pecadores, 
     ahora y en la hora de nuestra muerte. 
     Amén.

Los monitores tuvieron que marchar y las cosas se complicaron, amanecimos y no estaban, pero queríamos que todo siguiera y pusimos nuestros talentos al servicio de todos y cumplimos con el programa establecido.
¿Quieres verlo?

Fue un despertar diferente, como los adultos que quedaron: Loli, Paz, Griselda, Alicia, Carmina, Antonio, José Luis y Luis, no sabíamos encender el micro los despertamos con tapaderas de cazuelas.

Como teníamos costumbre, todos bajaros a la gimnasia. Alguno consiguió encender la música y otras la dirigieron.








Subieron a asearse y vestirse, y a desayunar. Mientras se iban organizando, y en el desayuno ya dijeron quienes iban a hacer de monitores hasta que viniesen ellos.




Mientras desayunaban fueron pensando qué experimentos hacer, era lo que tocaba ese día. Pero descubrimos los materiales y explicaciones de los monitores e hicieron los preparados por ellos.
























Llegó la hora de comer, los monitores nos habían enviado un Whatsapp, pero ellos no venían. Así que a servir y a comer.









Tuvimos tiempo libre, y los mayores querían que el programa se llevara a cabo, jugaríamos a "Uno para ganar", pero..., ir al río... ¿no sería mucha responsabilidad para nosotros? decían. Y pensaban qué hacer en su lugar.


Disfrutamos del rocódromo























Nos adornamos como las mujeres de Birmania, regalo de Antonio





Escribimos cartas y también en el ORBIL












Y llegó la hora de jugar






Pero al poquito de empezar llegaron los monitores.  Aunque ni Rafa ni Merche llegaron. 

La llegada de los monitores produjo alegría en unos, y un poco de pena para los que hacían de monitores. 

Y pudimos ir al río.











Los adultos que estuvimos con ellos, decíamos: INMEJORABLES, para matrícula. Tenéis madera de monitores. Muy responsables y medíais vuestras fuerzas y capacidad de responsabilidad. Os apuntamos en la lista de monitores, pero hay una pega: Hay que cumplir más años.
Nos iremos encontrando hasta ese momento.

GRACIAS CHICAS Y CHICOS.

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